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a tumbas de Conchi

 Lo más importante del motivo de este viaje fue visitar la tumba de Conchi. Doy el pésame de la muerto de ella. Pero qué raro fue un viaje de visitar tres tumbas.
 Por eso fui ido a dar prioridad de arreglar este programa con Emilio, y aunque le mandé e-mail y por Messenger, no respondió nada. También llamé unas veces por teléfono a sus dianda y casa, tampoco se puso.
 No hubo más remedio que arreglé otras citas, y para Emilio reservé un día de Granada. Finalmente llamé a su móvil, por fin se puso. Me dijo que había cancelado teléfonos de la tienda y la casa ya, solo había usado su móvil.
 Antes de dos semanas de salir a Granasa, consertamos una cita de en el día 11-mayo a las 11 en su tienda.

 Para esa cita hubo que tomar un bas de salir a las 9, pero el desayuno del hotel Palacio Oñate abría a las 8, aunque los de otros hoteles abrían a las 7. ¿Porque estaba en un lugar turístico pequeño?
 Pero como normalmente abría a las 8 menos cuarto, tomé rápido y se fui a la estación.  Llegué en Granada a las 10, sin esperar mucho tomé un bus de núm. 33 a Gran Vía de Catedral. Tardó solo 20 minutos antes de lo previsto.

 Desde la parada de buses fui al hoter reservado para guardar mi maleta.
 Fue Hotel Ingraterra que con mi hija habíamos alojado hace 3 años. En aquel entonces mi amiga japonesa me informó por Messenger, dijo que había trabajado en el hotel su amigo llamado Rafa. Y enseguida fui a la recepción, y le pregunté a un recepcionista, contestó que había ido él.
 Y me dijo que si hubiera yo vuelto a alojar, recibiría yo un trato preferencial. Antes de salir de Japón le mandé por Messenger. una semana pasado recibí su resupuesta, fui lo que reservaría por el web oficial del Hotel Ingraterra.

 Faltaron 30 minutos para la cita con Emilio, fue buen tiempo sin prisa.
 Al escuchar "cuesta", me di cuenta de yo vacilado, me parecía ser por envejecimiento. Me parecía que hubo que anunciar mi decisión "¡Animo, animo!" a mi corazón cada vez que pensara así.
 Targó sólo 15 minutos en tarminar de subir, fue la primera vez que ví su tienda cerrada con las persianas metálicas..... ¿Solo fui subir y ver las persiana?
 Fumando llamé a Emilio por móvil, contestó que habría llegado dentro de cuarto minuto. Un poco pasado Emilio vinió en el coche que su hija María del mar condujo.

Plaza Nueva cuesta de Gomeréz \cuesta La tienda cerrada de Emilio

 Le ví un poco envejecido a Emilio a quien vi hace 3 años.
 Entonces derepente empezó a decirme... con palabras; grave, cáncer de hígado, cáncer de colon o cáncer de pulmón. "¿Conchi no murió por cáncer de riñon?" le dije.
 A decir verdad, había contraído esos tres canceres, sorprendí muchísimo, fue como dónde estara la tumba de Conchi.
 Antes que nada, ma acompañó a la tumba de Conchi.
 Bajamos por la cuesta, tomamos un tex, fuimos.
 La escala del cementerio es proporcional a la escala de la ciudad, y el cementerio de granada fue mayor que los de Guadix y Villenueva. La cementerio de Granada estaba solemne y grandioso como Generalife de Alhambra.
con Conchi Como mi recuerdo hice que Emilio saque una foto a mi y Conchi. No había taxis en la cementerio, por eso volvimos a pie hablando su enfermedad.
 Dijo que había sometido de una opración grande por 4 horas, y había ingresado al hospital de noviembre pasado a este febrero, sobre 4 meses.
 Medico recomendió que no trabajara, jugara sin estres, paseara o viajara; en seguida Emilio viajó por Italia con sus amaigos en marzo, pero no hubiera que exponerse al sol, creía que no era malo rayos ultravioletas.
 Me explicó sobre las tratamientos medícos de cánceres, pero no entendí porque habia muchas médico, solo entendí que tenía tres canceres y eses nombres. Lo siento, Emilio por no lo haber comprendido profundamente.

 O a los principio se dio cuenta de algún fenómeno extraño, fue que había tamado normal o mucho, pero había ido adelgazando. Y fue al hospital, entendió que había tenido los tres. En mi conocimientos lo que tenga los tres estaba cerca de algún grave, sin embargo nunca pude decir éso a Emilio.
 Pero Emilio dijo que se había quitado todos desde mi cuerpo, no había nada, y había curado bien ya con consejo del médico, solo había tenido que someterse a un examen del hospital mensual.

 El cementerio de Conchi estaba en otro lado de la Alhambra. la cuesta de Gomeréz subieron a Alhambra, y no giraría, recto llegaría al cementerio. Suponía que de Plaza Nueva al cementerio tardara menos una hora, pero en la ida hubo que subir por la cuesta exclusivamente. Creia que esta manera de visitar fue para al le gustaba subir a la montaña.

 Volvimos a su tienda, María del Mar atendía como vendedora.
 Mientra Emilio fue al servicio, le pregunté o confirmé a María del Mar, "¿Verdaderamente su enfermedad está curado o no? ¿Ya no queda nada un cáncer dentro de su cuerpo o no? ¿El médico no os dijo el tiempo que qudaría de su vida o no?".
 Me contestó "Sí está curado, mejor perfectamente. Nunca queda nada. el médico no nos dijo así, dijo que había curado su enfermedad verdaderamente. Solo hay un examen en hospital mensual. Es vedad.".
 Su dicho me quitó mucha preopupación. Y no pude preguntarla más, y no hubo más remedio que creer su dicho.

 De todas formas cáncer de acianos empeorado está muy lento, y me parece que podrá vivir al menos por unos años más.

La tienda de Emilio La tienda de Emilio La tienda de Emilio La tienda de Emilio
La tienda de Emilio La tienda de Emilio La tienda de Emilio La tienda de Emilio

 Aunque por los canceres de Emilio la tumba de Conchi fuera como si se hubiera ido, La última vez que vi a Conchi, fue hace 3 años, en febrefo de 2020, en aquel momento vine con mi hija a Granada. Fuimos al restaurante lojoso de almuerzo.  Conche falleció en abril de 2021, se han podido decir que antes de un año en su fallecimiento pasado nos reencontramos, esos tiempos estuvieron muy cercanos. Por lo menos qué bien fue solo ésto.
 Ahora María del Mar y su marido viven en la casa de Emilio junto y cuidan de Emilio. Y llevar y recoger de la casa a la tienda a Emilio, sus nijos lo hacen en coche. En la familia de Emilio no hay un problema.

 Por eso faltaron unos tiempo para venir el coche de recoger a Emilio, y fuimos al bar como siempre donde estaba cerca de Plaza Nueva.
 Se ha llamado "Bodegas Castañeda", fui el de desde antes me acompañaba. Estaba pubuicado en unas guías turísticas de Japón, parecía ser muy famoso.
 "Ahora bebo muy poco por un consejo de médico", me dijo Emilio indicando un terceo de una copa con su dedo. Y "Pero no se lo diga a médico.", diciendo así, pidió dos cañas.
 Finalmente bebó dos cañas y un tinto, bebí cuatro cañas, y volvimos a la tienda.

 Cuando busqué unos recuerdos o regalos para amigos japoneses, llamé la atención al escritorio de taracea. fue hecho por Emilio joven, y fue muy valioso.
 "Es 13500euros con gastos de envío incluidos." me dijo María del Mar a lado de Emilio.
 "¡Qué va! hace 30años me dijo Emilio que había sido 2000euros, ¿no?", la contesté. Emilio solo riendo, no dijo nada.  O un recuerdo que había tenido que comprarme había sido el jamonero de taracea, pero cuando vi esa foto en mi habitación del hotel, me di cuenta de ésto por primera vez. Sí a buenas horas, ¡qué tonto fui!